HISTORIAS DE PRIMATES

Ramsés, en su reino de Charco Azul

Rodriguez Ariel,

3 de noviembre de 2017

Ramsés es un mono tití chiricano, hijo de Aram y Alessandra, residente en la Reserva Biológica de Charco Azul en Chiriquí. Su nombre es en honor al Faraón Ramsés II de la décima novena dinastía del antiguo Egipto hace más de 3,200 años. Este faraón fue un líder célebre, un rey guerrero, que afianzó las fronteras del Antiguo Egipto en el Medio Oriente. Su mayor legado fue que fue un fuerte promotor de la ciencia y la cultura para su pueblo egipcio.

Ramsés por su parte, en Charco Azul, tiene el liderazgo de una tropa de más de 25 miembros que habitan los bosques secundarios y mixtos frente a la costa de Charco Azul. Esta tropa tiene el privilegio de vivir en un bosque secundario que se ha dejado restaurar de manera natural por más de 38 años. Adicionalmente los finqueros vecinos han sabido conservar el bosque ribereño aguas arriba y han dejado parches diversos de bosque secundario, que en su conjunto crean un mosaico de vegetación rico en insectos, que son la dieta favorita de la familia de Ramsés.

Ramsés es un mono títí chiricano, Saimiri oerstedii de Charco Azul, Chiriquí.

El grupo de Ramsés es un grupo amigable con los humanos, lo que hace que esta tropa sea una visitante habitual de los bosques costeros que bordean la hermosa playa del lugar. En la estación seca cuando el alimento escasea, se ven con mayor frecuencia, incluso sobre la ola rompiente, en la arboleda que cubre las arenas más cercanas del mar.

La mayoría de las personas admiran y respetan a la tropa de Ramsés, sin embargo siempre corren el peligro de ser víctimas de cazadores, que se ven tentados a capturar a estos primates, tan gráciles para el mercado negro de las mascotas en Panamá. En una ocasión un cazador intentó capturar a las hembras con crías. La persecución fue terrible. Dos hembras, Flora y Nefertitis, resultaron muertas por golpes y por paro cardíaco, y una hembra, Creta, con su cría de nombre Espartaco, escapó mal herida. Este hecho causó que durante varios meses los titíes no regresaran por el área, dado el miedo a ser cazados por depredadores humanos.

Ojalá Ramsés, con su liderazgo como de faraón, siga guiando con éxito su tropa de titíes y su descendencia pueble todos los bosques.

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