Pioneros de la biodiversidad y sus enseñanzas

Pioneros de la Biodiversidad y sus enseñanzas

Ariel Rodríguez-Vargas

Proyecto Primates Panama

ariel.rodriguez@proyectoprimatespanama.org

El Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos publicó en 1988 el primer libro sobre Biodiversidad. El editor principal fue el Dr. Edward Osborne Wilson de la Universidad de Harvard y Frances M. Peter como editor asociado. La publicación estuvo también auspiciada por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU y el Instituto Smithsonian. El libro se basó principalmente en el Foro Nacional sobre BioDiversidad (sic) realizado en septiembre de 1986 en Washington D.C.

Honrar honra es una frase célebre que toma sentido cuando llegan días como el Día Internacional de la Biodiversidad este 22 de mayo. Una persona clave desde el mundo la biología que merece este reconocimiento es el Dr. Edward O. Wilson, biólogo de la conservación, que con su trabajo, y su magnífica pluma, ayudó a levantar el concepto que hoy en el buscador Google en inglés genera más de 81 millones resultados, en chino genera más de 56 millones de resultados y en el idioma Castellano genera más de 26 millones de resultados.

También debemos honrar al Dr. Walter G. Rosen, Oficial Superior de Programas del Consejo de Biología Básica de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., quien fue el que concibió y ayudó a organizar el foro y además fue él quien introdujo el término biodiversidad. Otros científicos actores claves del foro fueron: Edward W. Bastian, Michael H. Robinson, William Jordan III, Thomas E. Lovejoy III, Harold A.Mooney, Stanwyn Shetler y Michael E. Soulé, este último el padre de la Biología de la Conservación.

Según Wilson, como lo indicó en el prefacio de la primera obra con el nombre biodiversidad, los debates, y varios aspectos del foro se difundieron ampliamente en la prensa. En la última noche de dicho foro, un grupo de seis de los participantes realizó una teleconferencia con una audiencia estimada de entre 5,000 y 10,000 personas en más de 100 lugares en universidades y colegios de Estados Unidos y Canadá. No era la era de internet y ya se iniciaban las teleconferencias. Hasta en eso han sido pioneros los científicos defensores de la biodiversidad del planeta.

Wilson notó además, que el foro coincidió con un notable aumento del interés, entre los científicos y parte del público, por las cuestiones relacionadas con la diversidad biológica como tema central y los problemas de la conservación internacional. Él estimó que este aumento de la atención, ya era evidente desde 1980 y que había cobrado un impulso constante en el momento del foro de 1986.

Este impulso, Wilson los atribuyó a dos acontecimientos más o menos independientes. El primero fue la acumulación de suficientes datos sobre la deforestación en el mundo, ya vista por satélites; los dramáticos casos de extinción de especies y el desarrollo pleno de la biología tropical, en la que Panamá, como laboratorio natural, fue un lugar pionero en este tipo de estudios. Todos esos hechos anteriores pusieron los problemas globales de diversidad biológica en la mira mundial. El segundo acontecimiento fue la creciente conciencia de la sociedad en general y la propia comunidad científica y ciertos actores económicos y políticos de la estrecha relación entre la conservación de la biodiversidad y el desarrollo económico.

Todas estos acontecimientos y las crecientes preocupaciones científicas hicieron nacer en 1986 la Sociedad de Biología de la Conservación, ya que para dilucidar estos temas complejos se requieren estudios complejos y una ciencia que direccione dichos conocimientos y retos por resolver. Otras ciencias, no menos importantes, también son requeridas, que por supuesto incluye las ciencias humanísticas, sociales y económicas.

Del nacimiento del todo el discurso científico sobre lo que es biodiversidad, llegamos a la Cumbre de Río o Cumbre de la Tierra de 1992, donde se oficializó el término tal y como se conoce hoy, y la palabra biodiversidad entró a formar parte de jerga científica y política mundial y presente en todos los nuevos discursos ambientales del mundo. Nació en 1992 la agenda política mundial para la conservación de la biodiversidad, con el denominado CONVENIO DE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA, que es un compromiso político y social mundial vinculante. Nadie puede eludir las responsabilidades globales. Lamentablemente, el país padre de toda la comunidad científica que hizo nacer y crecer el concepto, ha sido el país más renuente a no firmar los convenios internacionales para proteger la biodiversidad del planeta.

Este año 2021 es la recta final de 10 años, en función del cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la agenda mundial ODS 2015-2030. Grandes abismos han aparecido para impedir cumplirlos. Una pandemia azota el mundo. Su origen exacto es aún desconocido, pero lo que sí es sabido, es que una parte de ese origen, se lo debemos al abuso humano sobre los ecosistemas del planeta, porque cuando se hurga con afán destructivo o abusivo en los ecosistemas, se pueden cosechar muchas cosas, incluyendo virus y bacterias emergentes que pueden poner en jaque la burbuja de cristal en la que algunos pretender vivir.

Que el Día Internacional de la Biodiversidad este 22 de mayo, que hace honor a la aprobación del Convenio de la Diversidad Biológica firmado en 1992, nos siga recordando el compromiso de todos los actores sociales del planeta a salvaguardar la biodiversidad del planeta y que nunca olvidemos que la diversidad biológica en todas sus escalas, figuran en forma destacada en muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y metas asociadas.

Manos a la obra! Honremos el legado de los primeros gestores que llamaron la atención para la conservación de la biodiversidad mundial. Protejamos el planeta y su riqueza biológica!