Archivo por meses: marzo 2025

Día Internacional de los Bosques – Alocución

Proyecto Primates Panamá

ALOCUCIÓN

21 DE MARZO – DÍA INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES

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En este Día Internacional de los Bosques, Proyecto Primates Panamá eleva su voz para recordar al mundo y a los panameños la esencia vital de los bosques para nuestro planeta. Estos ecosistemas, mucho más que simples recursos, son el epicentro de la biodiversidad, hogar de innumerables especies, reguladores climáticos y garantes de la salud global. Sin embargo, su valor intrínseco es ignorado por un modelo de desarrollo cortoplacista, impulsado por la irresponsabilidad, la ignorancia y la avaricia, que continúa diezmando estos ecosistemas irremplazables, comprometiendo así nuestro futuro.

Panamá, nación megadiversa, tiene una responsabilidad histórica y constitucional ineludible. Nuestra Constitución Política, las leyes forestales, las normas de protección de la biodiversidad y los compromisos internacionales no son meras declaraciones; son mandatos que exigen acción inmediata. No podemos permitir que la destrucción de nuestros bosques continúe, ya sea por acción directa o por omisión. La deforestación no es solo un crimen ambiental, sino un atentado directo contra nuestra propia supervivencia.

Resulta alarmante constatar que incluso nuestras áreas protegidas, destinadas a ser refugios seguros para la biodiversidad, son vulneradas por invasiones, desmontes ilegales y prácticas ganaderas extensivas anacrónicas, como si aún viviéramos en el siglo XIX, ignorando la importancia de la biodiversidad y su gestión sostenible. Estas prácticas devastan sitios de incalculable valor ecológico y cultural, incluyendo los Bosques Protectores de Darién y Bocas del Toro, el Parque Internacional La Amistad, el Corredor Biológico del Caribe, los bosques canaleros, las áreas protegidas de Darién, los últimos relictos de bosque en Azuero, los bosques de la Península de Burica y las selvas que rodean Portobelo, entre muchos otros.

Estos territorios son santuarios de vida silvestre, fuentes de agua, reguladores climáticos y pilares de la identidad cultural de comunidades indígenas y locales. Su destrucción no solo representa un fracaso institucional, sino una traición a las generaciones futuras, que merecen heredar un planeta habitable.

Los bosques tropicales de América, que concentran el 57% de los bosques tropicales del mundo según la FAO, demandan una cooperación regional y acción conjunta urgente. Sin embargo, la soberanía nacional se ha convertido en un obstáculo para su protección efectiva, y la falta de voluntad política ha reducido la causa ambiental a meros eslóganes, carentes de planes concretos y soluciones reales. Mientras los discursos proliferan, la protección de estos pulmones verdes es postergada indefinidamente.

Ante esta crisis, la educación ambiental se erige como un imperativo ético. Debemos formar ciudadanos críticos y líderes comprometidos, capaces de traducir las urgencias ecológicas en políticas públicas innovadoras y prácticas comunitarias responsables. Nuestro objetivo es claro: transformar la retórica en acción y convertir los bosques en símbolos de un desarrollo que respete los límites de la naturaleza. Hoy, más que nunca, debemos unirnos como sociedad global para preservar este legado, que es también un derecho de las generaciones futuras. No podemos permitir que la negligencia y la miopía humana continúen destruyendo lo que la naturaleza tardó millones de años en construir.

Por ello, hacemos un llamado firme y contundente a todos los panameños y al mundo: los bosques son innegociables. Su protección no es una opción, sino una obligación. Es hora de actuar, de defender nuestros bosques con leyes firmes, educación, voluntad política y acciones concretas. El futuro de la humanidad depende de ello. No hay tiempo que perder.

A pesar de todo, mantenemos la esperanza en que las nuevas generaciones asumirán el liderazgo que las anteriores no supieron enarbolar con la determinación y responsabilidad generacional que el momento exige.

A los que sí se han preocupado y han actuado de alguna manera, nuestro respeto y admiración y le instamos a seguir apoyando la conservación de los bosques, la biodiversidad y la calidad ambiental del planeta.

Muchas gracias.

Dr. Ariel Rodríguez-Vargas

Presidente

Proyecto Primates Panamá

David, 21 de marzo de 2025

Créditos de fotos: (Paisaje: Ariel Rodríguez-Vargas y Monos: Jorge Moisés Herrera)

Día Mundial de la Vida Silvestre 2025

Celebrando el Día Mundial de la Vida Silvestre

Ariel Rodríguez-Vargas

Proyecto Primates Panamá

El 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre , una fecha que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y el papel crucial que desempeñamos como guardianes del planeta. En un mundo donde los ecosistemas enfrentan amenazas sin precedentes, es imperativo reconocer que la vida silvestre no solo embellece nuestro entorno, sino que también sostiene nuestra existencia. Desde el aire que respiramos hasta los alimentos que consumimos, cada aspecto de nuestra vida depende de la salud de estos sistemas vivos.

Hace unos años, durante una caminata por los bosques nubosos de Chiriquí, tuve la suerte de encontrarme cara a cara con un quetzal. Su plumaje iridiscente brillaba bajo los rayos del sol filtrados por la neblina, y en ese momento entendí lo que significa ser testigo de algo verdaderamente mágico. El quetzal no es solo un ave; es un símbolo vivo de los bosques que protege, una conexión entre culturas y territorios que une desde México hasta Panamá. Y aquí, en nuestro país, tenemos la suerte de albergar dos especies distintas: una en el occidente del istmo y otra en Darién. Dos especies, dos Reservas de la Biosfera, La Amistad y Darién, y una sola responsabilidad compartida de cuidarlas.

Pero el quetzal no está solo. En Panamá conviven jaguares que cruzan sigilosamente las selvas, águilas arpías que vigilan desde las copas de los árboles, monos aulladores que llenan el amanecer con sus llamados profundos y almendros de montaña que son refugio y hogar para muchas especies, incluyendo las majestuosas guacamayas. Los manglares, esos gigantes silenciosos, protegen nuestras costas mientras dan cobijo a peces, crustáceos y aves migratorias. ¿Se han detenido alguna vez a pensar cuántas vidas dependen de estos ecosistemas? ¿Cuántas historias están tejidas en cada rincón de nuestra biodiversidad?

Sin embargo, esta riqueza no está exenta de amenazas. La deforestación, la contaminación, el cambio climático y la sobre-explotación de los recursos están poniendo en peligro el equilibrio frágil que sostiene a todas estas especies. Según datos de la ONU, más de un millón de especies están en riesgo de extinción debido a la actividad humana. Esto no es solo un número alarmante; es un recordatorio de que el tiempo para actuar es ahora.

¿Qué pasaría si mañana los bosques nubosos de La Amistad quedaran en silencio? ¿O si los manglares que protegen nuestras costas desaparecieran bajo el peso del desarrollo insostenible? ¿Realmente queremos ser la generación que permitió eso? No se trata de una lucha entre los humanos y la vida silvestre. Más bien, debemos asumir nuestro rol como garantes de un equilibrio que nos beneficia a todos. Porque, al final, la vida silvestre no es solo su hogar; es también el nuestro.

Este 3 de marzo quiero invitarlos a empoderarnos como ciudadanos y agentes de cambio. ¿Cómo podemos contribuir? A través del conocimiento, la educación y la acción. Insto a todos, gobiernos locales, nacionales y regionales, organizaciones y comunidades, a participar en jornadas de autoinstrucción, talleres, seminarios y programas de voluntariado que promuevan el valor de la biodiversidad. Pero también a hacerlo en casa, en nuestras familias y con nuestros amigos. Recuerdo que, cuando era niño, mis padres me enseñaron a identificar los cantos y sonido de los animales en el entorno. Esa simple lección despertó en mí una curiosidad que nunca se apagó. Hoy, más que nunca, estamos obligados a transmitir esa misma pasión a las nuevas generaciones. Como bien señala la ONU, invertir en la educación ambiental de los jóvenes es una inversión invaluable para el futuro.

En Panamá, tenemos una ventaja única: somos custodios de una biodiversidad excepcional. Pero con este privilegio viene una gran responsabilidad. Debemos asegurarnos de que nuestras políticas públicas, prácticas empresariales y comportamientos individuales estén alineados con la protección de la naturaleza. Esto incluye fortalecer las áreas protegidas, promover prácticas agrícolas sostenibles, regular el uso de recursos naturales y fomentar la investigación científica sobre especies vulnerables.

Además, debemos recordar que la conservación no es tarea exclusiva de los gobiernos o las organizaciones ambientales. Cada uno de nosotros tiene un papel protagónico que desempeñar. Desde reducir el consumo de plásticos hasta apoyar iniciativas locales de reforestación, cada acción cuenta. Podemos ser voluntarios en programas de monitoreo de fauna, participar en campañas de limpieza de playas o simplemente educarnos sobre las especies que comparten nuestro entorno. La clave está en actuar con conciencia y compromiso.

Este 3 de marzo, mientras celebramos el Día Mundial de la Vida Silvestre, me gustaría imaginar un Panamá donde nuestros nietos puedan caminar por los bosques y sentir el mismo asombro que sentimos nosotros al ver un quetzal o escuchar el rugido distante de un jaguar. Ese futuro depende de lo que hagamos hoy. Y créanme, vale la pena intentarlo.

Hagamos de Panamá un modelo de conservación, donde la vida silvestre sea celebrada, protegida y valorada en toda su magnificencia. Porque, al final, la vida silvestre no es solo su hogar; es también el nuestro.
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Publicado en La Estrella de Panamá el 3 de marzo de 2025.

Bosques Vivos, Primates Protegidos – Marzo: Mes de los Primates Neotropicales

Marzo: Mes de los Primates Neotropicales Bosques Vivos, Primates Protegidos”

Con el lema ‘Bosques Vivos, Primates Protegidos’ , damos inicio al Mes de los Primates Neotropicales, una iniciativa dedicada a destacar el papel esencial de los bosques como hogar vital no solo para los primates, sino también para innumerables especies que dependen de estos ecosistemas para sobrevivir. Al proteger los bosques, no solo salvaguardamos la vida silvestre, sino que también aseguramos el equilibrio natural que sustenta la biodiversidad, el clima y el bienestar de las comunidades humanas.

Los primates de los bosques neotropicales, cumplen un papel fundamental en su arquitectura y red de vida. Como dispersores de semillas, ayudan a la regeneración natural de los bosques, contribuyendo al equilibrio ecológico y a la mitigación del cambio climático. Sin ellos, muchas especies de árboles no podrían reproducirse, afectando directamente la estructura y composición de los bosques. Sin embargo, la deforestación, la fragmentación del hábitat y otras amenazas han puesto en riesgo sus poblaciones, lo que hace urgente reforzar los esfuerzos de conservación.

Los primates del Neotrópico se caracterizan por su gran diversidad de especies, adaptadas a distintos ambientes de la región. Presentan una amplia variedad de comportamientos sociales, desde grupos familiares liderados por una pareja dominante hasta sociedades más complejas con jerarquías establecidas. Son mayormente arborícolas y utilizan su agilidad, largas colas prensiles y extremidades especializadas para moverse entre los árboles. La estrecha relación entre los primates y los bosques hace que su protección sea interdependiente: sin bosques, los primates desaparecen, y sin primates, los bosques pierden una parte fundamental de su regeneración natural.

“Si protegemos los bosques, protegemos el futuro”, es el mensaje clave de esta campaña, que enfatiza que garantizar la existencia de los bosques neotropicales es un paso esencial para la conservación de la biodiversidad y el bienestar de las comunidades que dependen de estos ecosistemas.

A lo largo del mes, Proyecto Primates Panamá desarrollará diversas actividades educativas y de sensibilización. Entre ellas, destacan exposiciones, charlas, campañas en redes sociales y publicaciones en medios de comunicación, todas con el objetivo de generar conciencia sobre la relación directa entre la salud de los bosques y la protección de los primates.

Se invita a la ciudadanía, a instituciones y a la comunidad científica a sumarse a esta iniciativa, promoviendo prácticas sostenibles y apoyando esfuerzos que garanticen la conservación de los bosques tropicales.

Panamá, 1 de marzo de 2025 Sigue leyendo