Ariel Rodríguez Vargas
Director General de Proyecto Primates Panamá
Los primates, considerados «iconos de la conservación», desempeñan roles esenciales en los ecosistemas tropicales y subtropicales, no solo por su contribución a la biodiversidad, sino también por su estrecha relación evolutiva con los humanos. Sin embargo, enfrentan una crisis sin precedentes debido a actividades humanas insostenibles. A continuación, se analiza su diversidad, estado de conservación, amenazas y perspectivas futuras.
Diversidad y Distribución
El orden de los primates incluye 502 especies reconocidas, distribuidas en dos subórdenes: Strepsirhini (140 especies, como lémures y loris) y Haplorhini (362 especies, como monos, simios y tarseros). La familia más diversa es Cercopithecidae (153 especies), seguida por Pitheciidae y Callitrichidae en América del Sur. Geográficamente, se concentran en los bosques tropicales y subtropicales de tres regiones biogeográficas: Neotropical (América), Afrotropical (África) y Indomalaya (Asia). Solo tres especies habitan bosques templados, como el macaco japonés (Macaca fuscata).
Los primates dependen principalmente de bosques húmedos tropicales y subtropicales (81.6% de las especies), aunque algunos usan sabanas, manglares o áreas modificadas por humanos. Madagascar, con su alta endemicidad, alberga el 27.9% de las especies de Strepsirhini, mientras que Asia y África destacan por su diversidad de simios y monos.
Estado de Conservación
Según la Lista Roja de la UICN (2020), el 60.5% de las 468 especies evaluadas están amenazadas:
- 14.5% En Peligro Crítico (68 especies).
- 27.3% En Peligro (128 especies).
- 18.6% Vulnerables (87 especies).
Además, dos especies están extintas: el lémur perezoso gigante (Palaeopropithecus ingens) y el mono jamaiquino (Xenothrix megregori), ambas víctimas de la actividad humana.
Países críticos: Madagascar lidera con 22 especies en Peligro Crítico, seguido por Indonesia (9), Brasil (9) y Vietnam (7). En el Neotrópico, Colombia y Panamá reportan especies emblemáticas como el tití cabeciblanco (Saguinus oedipus) y el mono ardilla centroamericano (Saimiri oerstedii), clasificadas en peligro desde los años 70.
Amenazas Principales
- Pérdida de Hábitat: La agricultura, ganadería, minería y expansión urbana destruyen bosques a tasas alarmantes. Entre 2010-2015, Sudamérica y África Central perdieron el 0.24% y 0.36% de sus bosques anuales, respectivamente. Solo el 20% de los bosques tropicales están protegidos.
- Caza y Tráfico: El 62.8% de las especies son objetivo de caza para alimento, mascotismo o medicina tradicional. El comercio internacional sigue activo, con exportaciones legales e ilegales desde África, Asia y América.
- Cambio Climático: Afecta la disponibilidad de recursos y aumenta la frecuencia de eventos extremos, exacerbando la vulnerabilidad de poblaciones ya fragmentadas.
- Agricultura Industrial: Plantaciones de palma aceitera en Indonesia y África destruyen hábitats y aumentan la caza furtiva en bordes forestales.
Esfuerzos de Conservación
- Evaluaciones Globales: La UICN, junto al Grupo de Especialistas en Primates, monitorea especies mediante la Lista Roja. Sin embargo, el 4.7% de las especies carecen de datos suficientes para su clasificación.
- Acuerdos Internacionales: Los Objetivos de Aichi y el ODS 15 buscan proteger ecosistemas terrestres y detener la extinción. Aunque metas como la protección del 17% de áreas terrestres para 2020 no se cumplieron globalmente, regiones como Asia Oriental han incrementado sus bosques.
- Ciencia Ciudadana: Iniciativas como Proyecto Primates Panamá involucran a comunidades locales en el monitoreo de especies, combinando tecnología y participación social.
Perspectivas Futuras
La supervivencia de los primates depende de acciones urgentes:
- Protección de Hábitats: Ampliar y gestionar eficazmente áreas protegidas, especialmente en África Occidental y Centroamérica, donde menos del 10% de los bosques están resguardados.
- Combate al Tráfico: Fortalecer leyes y cooperación internacional para reducir la demanda de primates como mascotas o productos.
- Restauración Ecológica: Recuperar corredores biológicos en bosques fragmentados para mantener flujos genéticos.
- Investigación y Educación: Priorizar estudios en especies con datos insuficientes y promover educación ambiental para reducir la caza y el consumo.
Conclusión
Los primates enfrentan un riesgo existencial: sin una intervención inmediata, muchas especies desaparecerán en décadas. Su conservación no solo preserva la biodiversidad, sino que protege ecosistemas vitales para el equilibrio climático y el bienestar humano. La integración de agendas globales, ciencia local y participación comunitaria es clave para revertir esta crisis. Como señala el documento, «si la sociedad no protege a los primates, tampoco salvaguardará la biodiversidad asociada a ellos».
REFERENCIA
Rodríguez-Vargas, A. R. (2020). Ecology and Conservation of the World’s Primates. En W. Leal Filho et al. (Eds.), Life on Land. Encyclopedia of the UN Sustainable Development Goals (pp. 1-19). Springer Nature Switzerland AG. https://doi.org/10.1007/978-3-319-71065-5_139-1
Mono nocturno (Aotus zonalis) en el Parque Natural Metropolitano, Ciudad de Panamá. Foto: Jorge Moisés Herrera.