ECOLOGÍA DE PRIMATES

Ecología del Mono Aullador (Alouatta sp.)

Por: Ariel Rodríguez-Vargas (Octubre de 2006)

Ecología general de los monos aulladores

Los monos aulladores son animales adaptados a los bosques tropicales del continente americano. Lo encontramos en las tierras bajas hasta los bosques montanos incluyendo bosques primarios y secundarios hasta altitudes de 2000 m. Ellos hacen uso de todos los niveles del dosel, pero parecen preferir el tercio superior de éste (Schoville, 2000). En Panamá están presentes en bosques primarios o en bosques secundarios maduros. El dosel superior alto parece ser muy importante para esta especie.

Estos primates son excelentes dispersores de semilla y ayudan a la regeneración de los bosques que habitan. En México, Estrada y Coates-Estrada (1984) y Estrada (1984) determinaron más de una decena de especies de plantas que producen semillas que son dispersadas en las heces por estos monos en Las Tuxtlas, México.

Ecología alimenticia de los monos aulladores

Los monos aulladores (Alouatta spp.) son los primates neotropicales (Platyrrhini) más folívoros o consumidores de hojas en su dieta (De Souza, et al., 2002). Son especies colonizadoras con gran plasticidad en comportamiento que les permite habitar diferentes tipos de bosques (Bravo y Sallenave, 2003). Muchos estudios se han realizado en América tropical sobre los listados de especies de plantas que come este primate.

Estrada et al. (1999) registraron en Los Tuxtlas, México, en un ciclo de un año que esta especie utilizó 52 especies de 24 familias de plantas como recurso alimenticio. De estos, el 67% fueron árboles en la cual contabilizaron el 96% del total de tiempo de alimentación registrado. Diez especies de Moraceae, Cecropiaceae, Anacardiaceae y Sapotaceae contribuyeron hasta un 70% de los árboles utilizados y casi el 90% del total de tiempo de alimentación.

Según Milton (1998) la dieta de los monos aulladores poco se ha enfocado en al ecología fisiológica de estos primates y todavía ha sido difícil avanzar en la comprensión de los factores que influyentes en el comportamiento alimenticio de estos primates. En algunos casos ha sido evidente que la preferencia de consumo de frutas más que hojas, está relacionado a los frutos que producen algunas especies de plantas, especialmente higuerones del género Ficus (Serio-Silva, et al., 2002).

Los monos aulladores han sido estudiados en términos de algunas características de la ecología fisiológica, donde se ha determinado que a pesar de la considerable cantidad de follaje consumido, éstos no exhiben una baja tasa metabólica basal como se predecía y tampoco se ha podido determinar la influencia de compuestos secundarios en la selección de las plantas de las cuales se alimenta (Milton, 1998). Sin embargo, Burgess y Chapman (2005) basados en el supuesto que las plantas han desarrollado una gran variedad de químicos como método de defensa para controlar la herbivoría sobre ellas, situación que efectivamente afecta a algunos herbívoros, pero que también parecen no tener efectos deletéreos sobre otros, como es el caso de los primates folívoros. Ellos indican que las plantas han evolucionado desarrollando compuestos distintos, de acuerdo al tipo de herbívoro. En lo personal, yo creo que las plantas que consume el mono aullador y otros herbívoros no han tenido tiempo a evolucionar ante este herbívoro y los efectos o no que cause sobre éste, se debe a los compuestos inherentes a la planta, quizás para combatir herbívoros más primitivos o para controlar otro tipo de plagas como pueden ser hongos, tal y como sugieren Burgess y Chapman (2005). El caso más profundo a analizar es la determinación de cuáles especies de plantas definitivamente los aulladores no consumen y la razones de esto.

En Brasil Amaral et al. 1996, han adelantado algunos estudios que intentan descifrar el contenido químico de las plantas que son más consumidas por los monos aulladores, en cuanto a contenido fenólico, taninos, proteínas y otros componentes químicos. Estudios similares realizó Milton (1982) a finales de la década de 1970 sobre el contenido nutricional de las plantas que consumían los monos aulladores de la isla de Barro Colorado en Panamá. Al momento, poco se sabe y mucho se desconoce.

Otros investigadores como Cristóbal-Azkarateet al., (2005) sugieren que la dieta del mono aullador también se puede deber a la restricción en el tamaño de hábitat que ocupan y la diversidad florística del mismo. Estos investigadores igualmente enfocaron las plantas en su uso alimenticio y no en otra función. Las explicaciones de mortalidad igualmente las dan en función del tamaño de parches de bosque y no en la probable deficiencia de plantas útiles a su supervivencia como digestivos o parasiticidas. Observaciones informales con monos araña (Ateles geoffroyi en Panamá, sugieren el uso de plantas para proteger heridas o mitigar dolor por heridas).

En fin, parece que todavía faltan muchas investigaciones por determinar en la ecología alimenticia y su relación al nuevo enfoque de búsqueda de sustancias activas para propósitos diversos, incluyendo la propia conservación de las especies objetos de estudio. Por ejemplo, se desconoce patrones alimenticios de grupos y patrones alimenticios individuales y su probable efecto en el control de plagas o parasitismo de los mismos. Como primates que son esperamos que tengan preferencias individuales e igualmente preferencias grupales aprendidas o por tradición y que igualmente la palatabilidad de las plantas y otras características determinen la selección de uso, quizás en algunos casos selectivos, de acuerdo a una actitud intencionada aún no descubierta, ya que no debe interpretarse que todo lo que consume un animal se tiene que ver en función de alimento, de hecho en animales menos evolucionados, se observa consumo de plantas con fines no alimenticios. Como investigador en Primates no subestimo estas posibilidades.

Distribución de los monos aulladores en Panamá

Teóricamente los monos aulladores están distribuidos en todo el país, hasta altitudes de 2000 msnm. Evidentemente que se tienen datos de extinciones locales en todo el arco seco de Panamá, localizado en el extremo centro sur del istmo en la cuenca del Golfo de Parita.

En el resto de las regiones del país las poblaciones están diezmadas como consecuencia de la pérdida de hábitat, pandemias, y últimamente por cacería para consumo humano, especialmente en áreas con presencia de pueblos indígenas.

En las áreas protegidas se concentran las mayores poblaciones de estos primates, incluso en los bosques no protegidos de la antigua zona del Canal de Panamá, que estuvo por más de 85 años bajo administración norteamericana (E.U.A).

Uso de hábitat

Tal y como la literatura lo corrobora y las observaciones que tenemos, podemos decir sin lugar a dudas que esta especie utiliza de manera intensiva los bosques secundarios maduros o los bosques primarios de cientos de años de edad. Los bosques secundarios de menos de 100 años son utilizados con menor frecuencia y usualmente los utilizan para pasar a los parches o rodales de bosques más maduros y de dosel muy alto.

Estado de conservación

Esta especie fue incluida en 1980 en el listado oficial de Panamá de especies “en peligro de extinción”. Igualmente está incluida en el apéndice I de CITES, que impide el tráfico ilegal, salvo para fines científicos específicos excepcionales.

Por ser una especie de amplia distribución no es considerada una especie amenazada a nivel global, ya que todavía se ubica en un amplio territorio que va desde en sudeste de México hasta el noroeste de Colombia.

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